ABORIGENES DE PICHANAS

En el Dique Pichanas. Este era el hábitat de los helen, más conocidos como indios comechingones.

PUEBLOS ORIGINARIOS


Toda esta extensión del noroeste cordobés atesora un gran patrimonio cultural e histórico heredado de los asentamientos originales del lugar. En posible encontrar en la zona restos de pinturas prehispánicas, fiel testimonio que reafirma la posesión vernácula de estas tierras. Los bosques serranos donde hoy se asientan poblaciones como Villa de Soto, sirvieron de hábitat a los helen, más conocidos como indios comechingones. Con frecuencia, es común hallar por estas latitudes vestigios de las piedras horadadas que los aborígenes llenaban de agua para usarlas como espejos en la observación de los astros. Esto es lo que tenemos dentro del emprendimiento: grandes miradores sobre rocas que cuentan con estos observatorios. La herencia hispana trajo consigo otras cosas, costumbres, otro idioma, otra religión, que se fueron involucrando con los modos nativos, creando fusiones en algunos casos y rupturas en otros. El período de colonización ha dejado sus huellas en esta franja del territorio que se manifiesta en las construcciones que datan de los siglos XVII y XIX, tales son las construcciones dentro del predio que arrancan como "comechingones" sigue con la influencia importada "quechua", siguiendo por "quechua-hispana" y por ultimo "hispana". Todo ese tesoro cultural es el que actualmente intentamos preservar.

COMECHINGONES


Las crónicas del siglo XVI mencionan que se juntaban los últimos comechingones en la época del algarrobo a recolectar, moler y a comer varios poblados. Los morterales que se encuentran dentro del complejo PIEDRAS AMONTONADAS podrían ser indicadores de esa actividad. Pues la zona de Pichanas es muy mencionada en las crónicas del siglo XVI y XVII , sobre todo por sus algarrobales. Otro punto de duda histórica es que el porque del nombre de "PIEDRAS AMONTONADAS" puede ser también, que no lo es o lo fue por las casas con paredes de piedra, sino por los " mojones " que ponían los indios para marcar territorios de caza o recolección. Cosa que dentro del predio existen varios. De todas maneras, esos limites eran muy dinámicos y cambiaban constantemente con el transcurso de los años.


ORIGEN PIEDRAS AMONTONADAS



Las crónicas del siglo XVI mencionan que se juntaban los últimos comechingones en la época del algarrobo a recolectar, moler y a comer varios poblados. Los morterales que se encuentran dentro del complejo PIEDRAS AMONTONADAS podrían ser indicadores de esa actividad. Pues la zona de Pichanas es muy mencionada en las crónicas del siglo XVI y XVII , sobre todo por sus algarrobales. Otro punto de duda histórica es que el porque del nombre de "PIEDRAS AMONTONADAS" puede ser también, que no lo es o lo fue por las casas con paredes de piedra, sino por los " mojones " que ponían los indios para marcar territorios de caza o recolección. Cosa que dentro del predio existen varios. De todas maneras, esos limites eran muy dinámicos y cambiaban constantemente con el transcurso de los años.


HENIAS KAMIARE



Los comechingones se autodenominaban Henia al norte, y Kamiare al sur, (los dos grupos principales) subdivididos en aproximadamente una decena de parcialidades.
El apelativo «comechingón» parece ser la deformación de una palabra peyorativa que les daba la etnia Sanaviròn o sanavirona que hacia el siglo XV, procedente del interfluvio Rìo Dulce y el Rìo Salado (actual provincia de Santiago del Estero), invadía los territorios ancestrales de los Henîa-Kamiare.

Los Sanavirones les llamaban «kamichingan», que en idioma salavinón parece haber significado vizcacha o 'habitante de cuevas', esto debido al tipo de vivienda semisubterránea de los henia-kamiare. Sin Embargo según la cronica del conquistador español Jerónimo Bibar , escrita en 1558, el apodo les fue dado directamente por los españoles al escuchar el grito de guerra de los henîa: "¡Kom-chingôn!", según Bibar este grito se traduciría por "muerte-a-ellos" (a los invasores). Es probable que los salavinones "entendieran" y "tradujeran" con mofa tal clamor de guerra de sus enemigos con la palabra "kámichingan".

CULTURA



La cultura comechingona poseía indudables influjos de procedencia andina, practicando la industria textil con lanas de Auquènidos, cestería, metalurgia y cerámica o coroplastia medianamente elaborada. Eran sedentarios, cazadores-recolectores (en especial de bayas de algarrobo criollo y otros frutos: molle, piquillín , Chañar y Coco de la palmera Caranday así como horticultores de papas patatas , maiz , zapallo , porotos , quìnoa , eran también poseedores de una incipiente ganadería y avicultura al poseer grandes rebaños de llamas y crìa gallinàceas como las pavas del monte aunque su dieta en parte provenía de la caza.

Muchos antropólogos tienden a considerar a los hênia-kamiare como un conjunto muy diferenciado del grupo huárpido Dos rasgos de los comechingones que más han llamado la atención son su aspecto caucasoide (los varones eran barbudos ya en la pubertad), sus tallas relativamente elevadas para su época (aproximadamente 1,71 cm en los varones), y la existencia de una frecuencia de quizás el 10% de individuos de ojos verdosos.

SUS CASAS



Aunque los estudios revelan un predominio huárpido (al parecer el más antiguo), en la etnogénesis de este pueblo, a lo largo de miles de años, influyeron también linajes pàmpidos àndidos e incluso amazónidos, esto se explica por la ubicación geográfica de su territorio, que era la encrucijada de las diversas corrientes poblacionales prehistóricas del territorio que hoy es Argentina.El otro rasgo llamativo fue el de sus viviendas: casas de piedra, colectivas y semisubterráneas para soportar mejor los fríos (hasta las caídas de nieve) del invierno meridional.

Este pueblo ha dejado interesantes relictos, principalmente pictografìas parietales o rupestres y petroglifos de gran abstracción incluyendo grafismos como los que se encuentran en Cerro Colorado Candonga y Ongamira centro norte de la provincia de Córdoba, y el yacimiento de Inti Huasi, en el noroeste de la provincia de San Luís, otro de los yacimientos importantes es el de Los Molinos 75 Kilómetros al noroeste de la ciudad de Río Cuarto se encuentra el pueblo de Alpa Corral , alpa en lengua "comechingona" significa piedra, es decir: Corral de Piedras, donde se aprecia en sus sierras las divisiones territoriales de estos habitantes hechas con piedras y que se denominan Pircas.

LENGUA RUNA SINI



Es de tener muy en cuenta que los hênia-kamiare o "comechingones" poseían su propio idioma, aunque actualmente en el territorio que habitaban abunda la toponimia en runa sini o quechua; esto debido a que los conquistadores españoles desde el siglo XVI impusieron el runa sini (dialectizado) como "lengua general" para comunicarse con las muy diversas etnias aborígenes ubicadas en el Cuyo, Córdoba, Santiago el Estero, y Noroeste Argentino. Poco se sabe de sus cultos, las crónicas relatan que "adoraban" particularmente a la luna y que quizás por este motivo es que preferían combatir de noche, lo evidente es que poseían varios centros cultuales o santuarios en los cuales se congregaban, de tales centros cultuales los actualmente conocidos son sitios caracterizados de la geografía: cerros elevados, manantiales de aguas limpias, grutas y "quebradas" en las cuales se apreciaban de un modo especial los astros; ENTRE LOS QUE SE ENCUENTRAN DENTRO DE NUESTRO PREDIO: EL POZO DEL INDIO, LOMA MOCHA, MORRO BLANCO, BALCON DEL RIO

Entre sus cerámicas llaman la atención las "toscas" estatuillas que representan a mujeres y varones, tales estatuillas tienen un aspecto muy estilizado, sin embargo se descubre su "sexo" al estar destacadas las partes que representan a los genitales, otra característica de muchas de las estatuillas: el resaltado de los glúteos, ha dado lugar a un equívoco: el suponer que la esteatopigia era común entre los henia-kamiare, sin embargo la existencia de esteatopigia ha sido infrecuente o rara en esta población; la explicación es otra, del ámbito simbólico: el resaltado en la representación de genitales y nalgas en las estatuillas muy probablemente se ha debido a una práctica de magia simpática relacionada a los cultos de fertilidad.

DISTRIBUCION GEOGRAFICA



Hacia 1550 los dos conjuntos principales (Hênia y Kamîare) se ubicaban -a grosso modo- el primero al norte del paralelo 31ºS y el segundo al sur de dicho paralelo, pero -obviamente- un límite geodésico no era un límite absoluto para el desplazamiento de las poblaciones.

El conjunto de los Kamiare habitaba en el sector meridional de las Sierras Pampeanas principalmente en lo que es hoy el noroeste de la provincia de San Luis, siendo las subparcialidades principales las siguientes : · Saleta (en la vertiente occidental de la Sierra de Comechingones, incluyendo la zona de la ciudad de Merlo. Nogolma (inmediatamente al oeste de la antedicha, siendo su principal solar el Valle de Conlara )

Michilingüe (al oeste y suroeste de las dos anteriores, la subparcialidad michilingüe fue la más conspicua de la actual provincia de San Luis y su área de extensión llegaba por el poniente hasta la Sierra de Las Quijadas que le servía de límite con los huarpes del grupo Huanacache por el sur los michilingüe confinaban con los Taluhet en las serranías de Varela y la Sierra del Tala). El conjunto de los Hênia habitaba principalmente en el sector de las Sierras Pampeanas llamado Sierras de Còrdoba de norte a sur y de este a oeste sus parcialidades principales hacia el siglo XV eran variadas.

UBICACION EN TERRITORIO



Mogas (en las Sierras de Ambargasta , confinando en la zona de las Salinas Grandes con los olongasta y hacia el norte y este con los salávinon o "sanavirones") actual Cruz del Eje

Caminigas (inmediatamente al sur de los "mogas", habitaban las zonas en donde se encuentran Quilino y Tulumba).

Guachas o Gualas (al sur de los caminigas, en la zona de Totoral

Chine (al oeste de los guacha, en la zona de Dean Funes y Cruz del Eje hasta las Salinas Grandes).

Sitón (en el Valle de Punilla, los faldeos orientales de la Sierra Chica y, por el oeste, hacia los actuales límites de la provincia de Córdoba con La Rioja).

Aluleta (en los faldeos orientales de la Sierra Chica, el sur del Valle de Punilla y el Valle de Paravachasca.

Naure (en el sector central y neridional del Valle de Traslasierra confinando al sur con los ya mencionados -del grupo hênia-: saleta y los nogolma).

Macaclita (en el Valle de Calamuchita y los faldeos orientales de las Sierras de Comechingones hasta las inmediaciones de la ciudad de Río Cuarto teniendo por vecinos orientales y meridionales a los het de la parcialidad taluhet.

ETNOGENESIS



Quizás los hênia-kamiare remonten sus orígenes a la cultura Ayampitín milenaria (al menos existente desde el 6.000 a.C) cultura arqueológica que ha dejado rastros hasta en Tarija, pero, por el momento (mayo de 2005) no existen datos que permitan decir con certeza plena que la cultura Ayampitín (nombre de un sitio del noroeste cordobés) sea correspondiente de un modo absoluto a un "momento formativo" de la etnia de los hênia y kamiare o "comechingones". Casi con certeza la llamada Cultura Ongamira, surgida hacia el 4.600 a.C es precedente directo de la cultura comechingón, aunque recién se puede hablar de una cultura comechingón en el período que va del 500 al 1.600 d.C diluyéndose esta cultura con la criolla -española tras el s XVI (uno de los últimos asentamientos con una cultura "comechingona" típica se ubicó en la localidad de Nono hasta el 1.750 , tras 1.600 corresponde hablar de una cultura "comechingón"-española.

Las ropas de los hênia-kamîare evidencian el influjo andido: vestían poncho , chiripá y ojotas, durante los inviernos añadían a su ropaje "chalecos" de lana y prendas de cuero. Los varones solían adornarse con pequeñas placas alargadas y chatas de metal (cobre ,plata y oro) llamadas "chákiras" que pendían de sus cabelleras. Las mujeres se perfumaban con el jugo de un fruto al que llamaban suico y se exornaban con caracolas pintadas.

LA CONQUISTA ESPAÑOLA



Casi sin lugar a dudas, con la llegada de los conquistadores , tal cual les sucediera a casi todas las etnias americanas precolombinas, gran parte de la población pereció a causa de las epidemias contra las cuales aún carecían de inmunidad (especialmente la viruela, sarampiòn, y ciertos tipos de gripe, esto facilitó en gran medida la conquista española, por otra parte las similitudes fisiotípicas hicieron que los sobrevivientes se confundieran con bastante facilidad con los europeos y formaran parte de la nueva población criolla. Aún a inicios de s XIX vivían en zonas, para entonces, apartadas de las sierras familias (como las de los Tulián y Guayán) que se reconocían descendientes de los hênia y los kamiare, para entonces gran parte de las familias del conjunto hênia estaban mixogenizadas con sanavirones (o salavinones) y con españoles.

LA TONADA CORDOBESA



Un curioso aporte han dejado los "comechingones": la llamada «tonada» cordobesa (de Córdoba argentina) o «cantito» que se caracteriza por la extensión como canturreada de las vocales, esta tonada o acento del español hablado en la Córdoba Argentina, a inicios de siglo XIX se encuentra principalmente en las zonas montañosas, aunque es frecuente en la mayor parte de las provincias de Córdoba y San Luis.

Tal tonada o "cantito" o curva tonal se puede ejemplificar fonológicamente del siguiente modo: Si un hablante de Madrid (España) pronuncia la palabra "tráemelo" de modo que se desglosa en 3 sílabas : [tráe-me-lo], un hablante con curva tonal cordobesa (de la Córdoba Argentina) pronuncia la misma palabra en cuatro sílabas del siguiente modo: [tra-é-me:-ló] (los dos puntos tras la "e" acentuada significan el alargamiento de dicha vocal). Antonio Tovar menciona cinco dialecto del idioma "comechingón": main, yuya, mundema (o "indama"), kama y umba aunque en la actualidad no se pueden dar precisiones sobre la distribución de tales dialectos.